Misión
“Nuestro Colegio Bicentenario Padre Alberto Hurtado, entrega una educación de calidad, fundada en valores cristiano–católicos inspirados en San Alberto Hurtado e integrando a toda la comunidad escolar”
Visión
“Aspiramos a entregar una educación cristiana–católica para formar personas de excelencia humana y académica, inspirados en los valores de San Alberto Hurtado, comprometidos con la igualdad de oportunidades y la integración social”
Buscando entregar una alternativa educacional de calidad a los estudiantes de la ciudad de Chillán y sus sectores aledaños que no contaban con los recursos necesarios para costearla, e impelido por el marco de las orientaciones pastorales que dictaron los lineamientos de acción de 2002, el entonces Padre Obispo de la ciudad Alberto Jara Franzoy solicitó a la Fundación Educacional Padre Alberto Hurtado la creación de un nuevo establecimiento educacional diocesano de tipo mixto, cuya enseñanza se orientara a la formación Técnico Profesional de la más alta calidad formativa.
El primer equipo de gestión estaba conformado por el presidente de la Fundación. Sr. José Francisco Arrau Unzueta y uno de los miembros del Directorio de la Fundación Educacional Padre Hurtado, Señor Eduardo Viñuela Suárez. Asumió el cargo de rectoría del nuevo establecimiento el Señor Sergio Reyes Santelices y como Director de Estudios asumió el señor Fernando Molina Gutiérrez. El lugar escogido para su funcionamiento fueron las antiguas dependencias del Colegio Seminario Padre Alberto Hurtado, ubicado en pleno centro de Chillán.
Los principales objetivos que se asumirían en aquel momento estaban orientados a definir, por una parte, las características generales que tendría el nuevo colegio y su misión; y, por otra, decidir las especialidades que habría de ofrecer, definiéndose en primera instancia las de Mecánica Industrial, hoy Mecánica Industrial mención Máquinas y Herramientas, Atención de Adultos Mayores, la cual no continuaría, y agregándose un par de años después la especialidad de Servicios de Alimentación Colectiva, hoy Gastronomía mención Cocina.
Tras concretarse el proyecto, el 30 de abril de 2003 la autoridad educacional le otorgó el reconocimiento oficial. Finalizado el periodo de rectoría del Sr. Sergio Reyes Santelices, asumió el cargo el Sr. René de la Rivera Donoso. Continuaría el Sr. Fernando Molina Gutiérrez, centrando su labor directiva en el mejoramiento de la calidad de los aprendizajes, el fortalecimiento de la organización interna de la institución educativa, en la habilitación de espacios y talleres para sus especialidades y en la progresiva ampliación de cobertura con los nuevos cursos en formación.
A partir de entonces, se han realizado cambios de tipo infraestructural al recinto educativo y se ha conformado un equipo multidisciplinario para atender las diversas necesidades de nuestra creciente población de estudiantes. En primera instancia, nuestra oferta educativa se iniciaba en quinto año básico, teniendo nuestra primera generación de egresados titulados en agosto del 2008; la marcha del proyecto permitió aumentar el 2010 nuestra cobertura a los cursos de pre-kínder, kínder, primero y segundo básico, hasta completar el 2012 todos los cursos en cada nivel. Desde el 2016 el colegio se adscribe al Sistema de Gratuidad permitiendo mayor igualdad de oportunidades y la inclusión educativa.
Durante todo el tiempo de funcionamiento, hemos sido distinguidos en tres oportunidades con el beneficio por Excelencia Académica que entrega el Sistema Nacional de Excelencia Docente (SNED), recibiendo, además, diversos honores que dan cuenta de un trabajo bien hecho a nivel institucional.
En el año 2018, por nombramiento de la Fundación Educacional Padre Vicente Las Casas, es Rector el Sr. Daniel Almonte Puentes, quien ha estado guiando los procesos pedagógicos y formativos del colegio diocesano, atiendo a cerca de 1300 estudiantes y siendo un referente de inclusividad, equidad y calidad educativa en la región de Ñuble.
Uno de los hitos alcanzados recientemente fue el sello que ratifica nuestra excelencia educativa, lo que nos llevó a convertirnos en Liceo Bicentenario de excelencia, galardón que nos da acceso a mejores herramientas y oportunidades para enfrentarse al futuro. Es por ello que se realizó el cambio de nombre a Liceo Bicentenario Padre Alberto Hurtado, además de refrescar nuestro escudo. Para este cambio quisimos involucrar a toda la comunidad a través de una encuesta, donde se decidió incluir el color rojo a la cruz de nuestro escudo, simbolizando el fuego que tanto predicó nuestro Padre Hurtado, invitándonos a ser «un fuego que enciende a otros fuegos».
Sin duda este sello de Liceo Bicentenario nos compromete con todos nuestros estudiantes a mejorar cada día más, fortalecer nuestra misión evangelizadora, nuestros valores y principios a la luz de la imagen y mensaje del Padre Alberto Hurtado, destacando la excelencia en su misión, para entregar una educación de calidad basada en las altas expectativas y el foco en los aprendizajes en la sala de clases.
En los próximos años seguiremos con la misión de formar a nuestros jóvenes bajo el alero de los principios cristianos católicos y el pensamiento de nuestro Padre Hurtado para levantar a una generación de líderes preparados para afrontar las barreras que les depare el futuro, instándoles a darse a los demás, como predicaba el Padre Hurtado.
La solidaridad es un valor característico inspirado en la figura y palabras de San Alberto Hurtado, que busca contagiar a la comunidad educativa con el espíritu del servicio.
Se evidencia en la formación académica, espiritual y profesional de los y las estudiantes mediante los valores declarados en el proyecto educativo como son la responsabilidad, espíritu de superación y emprendimiento, entre otros.
Se centran en los valores católicos diocesanos, tales como el espíritu de servicio, espíritu de superación y emprendimiento, responsabilidad, amor, generosidad, espíritu misionero y respeto por el prójimo.
Colegio que promueve la tolerancia y el respeto a la diversidad. Inclusivo con la discapacidad reconociendo que todas las personas tienen el mismo valor, sólo por su condición de seres humanos, amados por Dios.
Rector del Colegio Polivalente Padre Alberto Hurtado, Señor Daniel Almonte Puentes:
Daniel Almonte Puentes es profesor de lenguaje y comunicación egresado de la Universidad del Bío-Bío. En sus inicios se desempeñó en distintos establecimientos educacionales en Ninhue y Chillán, también en el Preuniversitario de la Universidad de Concepción, sin embargo, ha sido el Colegio San Vicente de Paul su institución formadora, establecimiento donde estudió y al cual llegó a realizar su práctica profesional en 1989 y donde posteriormente se quedó trabajando como profesor de lenguaje, asumiendo más tarde distintas responsabilidades como profesor jefe, jefe de Departamento de Lenguaje, jefe de la Unidad Técnico Pedagógica y miembro del equipo directivo, esto último entre los años 2008 y 2018.
Daniel Almonte se ha especializado cursando postítulos en el área de administración educacional y evaluación. Es casado y tiene dos hijos. Como apoderado se ha destacado por participar activamente en la directiva del Microcentro de Padres del Colegio de sus hijos y como asesor en la catequesis familiar de Primera Comunión.
El aspecto formativo valórico es esencial para él y considera que no puede estar separado de lo académico. “Lo formativo siempre tiene consecuencia en lo académico”, nos señala nuestro rector, quien enfatiza la importancia de ese ámbito en la educación de los niños y niñas: “La educación es la única forma de provocar una movilidad social, pero para eso tenemos que ser constantes y disciplinados, ser testimonios de fe, amor y servicio… El Colegio Polivalente Padre Alberto Hurtado tiene pilares fundamentales en su misión, como es lograr la excelencia humana y académica, fundada en los valores cristiano católicos, inspirados en San Alberto Hurtado. Lo que significa dar el máximo en rigurosidad, en disciplina interior, en nuestras creencias y en esperanza. En este colegio el espíritu de servicio, la solidaridad, la caridad, son elementos fundamentales. El Padre Hurtado fue muy exigente y riguroso consigo mismo y con los demás, pero con una fe viva, con un amor profundo en Dios y en los niños más pobres y necesitados, él lograba el compromiso de la comunidad con la misión, y eso es lo que debemos hacer en el colegio, ese es mi anhelo“.
El Consejo Escolar en nuestro establecimiento, es la instancia que promueve la participación y reúne a los distintos integrantes de la comunidad educativa, con la finalidad de mejorar la calidad de la educación, la convivencia escolar y los logros de aprendizaje.
Esta instancia, permite que los representantes de los apoderados, estudiantes, asistentes de la educación, docentes, equipo directivo, sean agentes de cambio para alcanzar una educación de calidad. Por ello está integrado por: